domingo, 1 de julio de 2018

Rocio Iscovi - Informe sobre imagen corporativa


La imagen corporativa es la imagen que el público tiene de una empresa, organización o municipio. La imagen es la idea que se hace una persona de un objeto. Por esta razón, una imagen produce los pensamientos y concepciones subjetivas en relación con este objeto. Esta se expone mediante la identidad corporativa de la cual el diseño forma parte. Esta no solo es función de lo que el diseño y las formas graficas transmiten. Es sobre todo la conducta global de la empresa, su cultura, sus productos, sus servicios, su calidad, su capacidad de conectar con la gente, su capacidad de innovar, etc. Todo esto es lo que constituye la imagen pública.

Lo que caracteriza a la Imagen Corporativa es lo visual, lo icónico y lo simbólico. Los signos icónicos y simbólicos son universales, hablan un solo idioma visual, que no es necesario traducir y que todos entienden. Esto incide en las funciones recordativas, estéticas y empáticas con el público. No hay que olvidar el aspecto emocional en la comunicación identitaria. El diseño gráfico también forma parte de la Imagen Corporativa, este sirve para darle originalidad, para distinguir y vender la empresa.

En los comienzos del diseño corporativo aparece Shaker, que manifestaban en sus muebles y objetos un sistema colectivo de ideas, valores y normas. Este funcionalismo de los siglos XVIII y XIX puede considerarse un ejemplo de identidad, se transmitía la calidad estética, social y técnica de uso como cultura religiosa. Esta “filosofía” sirvió de base del siglo XX y determino de forma indirecta el diseño corporativo de las empresas actuales.
El arquitecto Peter Behrens, entre 1907 y 1914 fue responsable en la AEG del nuevo diseño de los productos, de las fábricas, de los espacios de exposición, de los medios de publicidad, y de la marca comercial de la empresa. Proyectó edificios de exposición, puestos de venta para los productos y viviendas para los trabajadores. A él se remonta la noción de la cultura industrial, por la que se entiende no solo la documentación de los objetos, sino sobre todo el conocimiento de sus contextos vitales respectivos. Peter Behrens, sería hoy en día un diseñador corporativo o incluso director de diseño.
El diseño corporativo y la identidad corporativa como conceptos empresariales se conocieron a través de la empresa Olivetti. La noción allí empleada de cultura de empresa abarcaba sobre todo los servicios sociales que la entidad procuraba a sus trabajadores.
En la República Federal de Alemania tras la segunda guerra mundial, la empresa Braun fue la primera en ocuparse de crear una imagen unitaria que comprendiera los campos del diseño del producto, la comunicación visual y la arquitectura. Esta concepción global de la imagen y la forma, es decir, la identidad pura en el campo de la producción bidimensional y tridimensional de la empresa, se subordinaba a la idea de “buen diseño”.
La empresa Lamy también forma parte de esta tradición acuñando su imagen de empresa con medios creativos reducidos de manera parecida a la Braun. La propia Lamy ve concretada su aportación al diseño corporativo en cuatro criterios para los productos:
Aislamiento: los productos deben crear su mercado, no ir tras de él.
Mejora de las funciones y de las prestaciones: el diseño no solo debe hacer sus productos más bellos, sino más inteligentes. Debe aumentar el valor de utilidad de los productos, hacerlos de más fácil manejo y mejor adaptados ergonómicamente.
Señalización del nivel de aspiración perseguido: el producto es portador de información y asume el rol de emitir mensajes sobre sí mismo en el mercado.
Consecución de una imagen: grupos de destino distintos conducen a variantes específicas de la forma del producto. La modernidad, la funcionalidad y la sinceridad han de ser características comunes a todos los productos. El producto es el mensaje en definitiva y es el elemento más eficaz del conjunto de ideas que se quiere transmitir.
En este contexto las ideas de Lufthansa, Siemens, la empresa Wilkhahn, o la IBM que ha estandarizado su imagen a nivel mundial desde hace más de treinta años, son similares ejemplos de importancia de diseño corporativo.
Existen 4 puntos cardinales que orientan hacia el futuro del Diseño y el Diseño del Futuro, la era de la comunicación, la economía de la información, la cultura de servicio y la sociedad del conocimiento

La empresa Erco de Lüdenscheid está considerada como clásica en el sector de las estrategias de identidad corporativa. Durante muchos años ha desarrollado una imagen consecuente que concierne tanto a la producción de la empresa como a su presentación visual. La filosofía de la empresa reza que no se trata de vender lámparas sino de vender luz. Los materiales dominantes son el hormigón armado, el acero y el aluminio cincado, todos ellos signos de la alta tecnología a la que la empresa ya se había consagrado. El gerente Klaus-Jurgen Maack (1990) ve en esta construcción, seguramente de un modo acertado, una inversión para la imagen corporativa de la empresa.

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